La organización recuerda que España encabeza el número de hectáreas quemadas en la UE, con un 39% de las mismas
La Asociación de Consumidores y Usuarios en Red, CONSUMUR, tras la situación catastrófica que se repite este verano, con el incendio de Tenerife que ya ha alcanzado 15.000 hectáreas, o el que hace unos meses tuvo lugar en Castellón, en el que se perdieron miles de hectáreas de gran valor ecológico, en más de 50 kilómetros de perímetro, muestra su preocupación y lamenta que desde el Ministerio competente no se estén adoptando las medidas necesarias para evitar este tipo de catástrofes medioambientales.
Consumur recuerda que el pasado año España se enfrentó a la peor ola de incendios de la serie histórica que maneja el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS), que basa sus estimaciones en imágenes del satélite Copernicus. La superficie forestal quemada en España subió a 308.112 hectáreas, 3,6 veces más que en 2021 y muy por encima de la media entre 2006 y 2021 (66.793 hectáreas).
Según datos oficiales, el 39% de las hectáreas quemadas en la UE (786.049 hectáreas) corresponde a España, que fue el país más castigado por el fuego, por delante de Rumanía (154.772 hectáreas), Portugal (104.379), Francia (66.393) e Italia (58.879).
Solo el pasado año en España se registraron más del doble de incendios forestales que en 2021, con 56 incendios de gran magnitud.
Las altas temperaturas y la sequía son los desencadenantes principales de estas catástrofes, con un impacto muy negativo para el medio ambiente (11 millones de toneladas de CO2 fueron liberadas a la atmósfera el pasado año, solo desde España).
Para Consumur estas cifras ponen de manifiesto la gravedad de la situación a la que nos enfrentamos todos los años, ante la pasividad de las Administraciones Públicas, como así denuncia Roberto Barceló Vivancos, Presidente de la organización:
“Los medios tecnológicos y científicos debieran ser suficientes hoy día, en el siglo XXI, el siglo de la inteligencia artificial, para prevenir de mono explícitamente eficiente el desarrollo de cualquier incendio, sea provocado o no, si se gestiona una problemática adecuada a una planificación y estrategia que priorice las medidas de prevención y conservación de la masa forestal, así como la dotación de presupuestos suficientes para dotarse de todos los avances necesarios y demás recursos humanos y materiales, para no justificarse en un axioma falso de que el control pleno y minoración de los incendios sea algo imposible de controlar y gestionar.
Hablamos de Transición Ecológica (tenemos un Ministerio), Comunidades Autónomas y Ayuntamientos que expresan, bienintencionadamente, su implicación en defensa del Medio Ambiente. Pero no debe ser suficiente sino, Tenerife no debiera haberse producido”.